La estación aérea de Trelew está cerrada desde el 5 de junio. La concesión está en manos de London Supply. Foto: Llegaron los Indios
En el medio, los ciudadanos de a pie que deben sortear como pueden las dificultades para viajar ya sea por placer, obligación o urgencias: no es fácil conseguir pasaje en las empresas de ómnibus, más aún en estos días de receso invernal. Pero si hay un sector al que la falta de conectividad aérea genera severas dificultades, es al del turismo.
En Puerto Madryn, los nervios están al límite. Y el ánimo de los operadores turísticos, muy golpeado. “Estamos en terapia intermedia, con posibilidad de pasar a terapia intensiva”, graficó a Llegaron Juan Basadona, titular de la Asociación de Hoteles, Restaurantes y Afines de la ciudad.
“Estamos preparados para recibir a todo aquel que opte por visitar Península Valdés, pero la realidad es que el nivel de reservas que tenemos es bastante más bajo que lo acostumbrado. Además se genera un nivel de psicosis imposible de parar; a la distancia la gente debe creer que estamos mal como en Villa la Angostura, cuando en realidad aquí no pasó nada”, indicó.
En junio, Basadona confió que el nivel de ocupación en el segmento corporativo bajó un 50%, en tanto que la actividad de los balleneros (las lanchas salen desde Puerto Pirámides para hacer el avistaje) disminuyó aún más.
“No hay avión, los ómnibus no dan abasto y ahora, otra vez, hay problema con los combustibles como para que la gente dude en salir a la ruta”, opinó.
El panorama para la temporada alta de octubre/noviembre, cuando llega el grueso del turismo extranjero es más preocupante: el 80% de las reservas fueron anuladas. “El extranjero se maneja con meses de anticipación y necesita previsibilidad, algo que hoy las aerolíneas, por el problema de la ceniza, no brindan”.
Esquel: cruzan los dedos para que nieve
El panorama es diferente en la cordillera chubutense, donde las perspectivas son mejores. En Esquel, cuyo centro de esquí La Hoya ya entró en funcionamiento, el aeropuerto tiene actividad como jamás la tuvo: además de los cinco vuelos semanales habituales que aterrizan allí, también llegan los que tienen como destino original Bariloche pero que, por la ceniza, no pueden aterrizar. Además, se anunció la llegada de vuelos charter provenientes de Brasil.
Los turistas bajan en Esquel y recorren los 286 kilómetros hasta Bariloche por tierra, en ómnibus pagados por el gobierno de Río Negro.
En Esquel, en tanto, con el aeropuerto a full y sin problemas con la ceniza, cruzan los dedos para que la nieve llegue y tape las pistas.
“No nos guiamos por las reservas porque la gente con los centros de esquí se maneja de otra forma: va si hay nieve. Entonces, lo que tenemos, son constantes llamados telefónicos para ver cómo está el cerro”, dijo a Llegaron Jorge Gandini, presidente de la Cámara de Turismo de la ciudad cordillerana.
El centro de deportes invernales abre las pistas de acuerdo al nivel de nieve caída, aunque ayer nevó fuerte y el pronóstico del tiempo es alentador en ese sentido, para los próximos días.
Esquel tiene 3200 plazas disponibles y el turismo que llega hasta allí, proviene en su gran mayoría de otras ciudades de Chubut, de Río Negro y la provincia de Buenos Aires.