Adelante, esta es tu casa. Como si realmente fuéramos un solo país, el control aduanero entre la Argentina y Uruguay de tan liviano, preocupa.
Más de 4500 kilómetros recorridos y ningún control policial se interpuso en nuestra marcha. No porque nuestro vehículo no fuera el elegido para detener, sino sencillamente porque desde que partimos desde Trelew hasta cruzar el puente General San Martín, paso internacional que une Gualeguaychú y Fray Bentos, en Uruguay, simplemente no existieron. Ni uno solo.
En todos esos kilómetros recorridos no hubo rastros de la vistosa Agencia de Seguridad Vial que con tanto ahínco puso en marcha Presidencia de la Nación, ni las modestas policías provinciales. Nada. No hubo cédula verde, carnet de conductor, comprobante de seguro, VTV ni otro documento necesario para mostrar.
Sin embargo, lo más preocupante fue el liviano control para salir del país e ingresar a Uruguay, por más Mercosur que quieran argumentar, con su libre tránsito y residencia de personas. De tan sencillo, se convirtió en un bochorno. Llenado de papeles varios en una oficina con los datos de los ocupantes del vehículo y ¡listo!. No hubo ningún chequeo, al cruzar la frontera, de que efectivamente en el vehículo viajaba la cantidad de personas informada en los formularios en lugar de siete y otros dos escondidos en el baúl.
Nuestra salida del país y posterior ingreso a Uruguay dejó en evidencia las tremendas fallas que existen en materia de seguridad que explican, sin más, por qué no se puede detener el contrabando de productos, drogas y hasta el tráfico de personas.
¿Saliste a la ruta en este último tiempo? ¿Te cruzaste con controles? Contá tu experiencia, para saber si esto fue sólo una casualidad o se repite en otras zonas.