La oferta sexual se promociona junto a los servicios de abogados, contadores o kinesiólogos, como si se tratara de una oferta lícita. El Foro de Periodistas Argentinos (Fopea) hace un año emitió un comunicado sugiriendo a los diarios discontinuar esos avisos, pero tuvo poca suerte.
Ante la falta de responsabilidad social de numerosas empresas periodísticas la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, dictó un decreto para que los diarios dejen de publicar anuncios de oferta sexual, conocidos como "rubro 59".
En repetidas ocasiones, desde este blog, nos ocupamos del tema.
Por ejemplo, el 4 de marzo de 2010, con este
post.
O en este otra
publicación con fecha 8 de julio de 2010.
No fueron los únicos, en agosto de 2010, casi un año atrás, bajo el título
"El síndrome Poncio Pilatos", se volvió a expresar aquí la
actitud hipócrita de los medios en el tratamiento de un tema tan delicado.
Precisamente fue ese el argumento que hoy Fernández de Kirchner esgrimió al explicar el por qué de la medida: la doble moral de los medios. "Es un gigantesco paso contra la doble moral y la hipocresía que rige en algunos sectores (...) No se puede desde las tapas pedir al Gobierno que luche contra la trata de personas y después, en las páginas comerciales, publicar avisos", dijo la mandataria.
¿Cuántas veces hemos leído en los periódicos zonales, en sus portadas, procedimientos en Trelew o Comodoro Rivadavia, en los que la policía "recupera" a mujeres jóvenes que eran obligadas a prostituirse? En esos mismos diarios, en sus páginas de clasificados, entre ofertas de autos, ventas varias y pedidos de empleo, se publican avisos de oferta sexual.
Aunque la novedad fue tomada en sorna por muchos, es sabido que atrás de esos avisos, que aquí, en Trelew, hasta pocos meses se publicaban con fotos propias de revistas triple x, existe una compleja red de trata de jovencitas.
Tan delicado
es el tema, y
tanta la
responsabilidad social que los medios de comunicación tienen per se, que en agosto de 2010 el Foro de Periodistas Argentinos (Fopea) emitió un comunicado para
instar a los medios gráficos del país a que dejen de publicar esos avisos.
"Las investigaciones judiciales y de organizaciones gubernamentales, han demostrado que detrás de estas ofertas que aparecen de manera sistemática y organizada en los medios de comunicación, existen vastas redes de captación, circulación y sometimiento de personas, con ramificaciones nacionales, regionales e internacionales".
"(...) En este marco, Fopea observa como, cuanto menos, contradictoria la conducta de medios de comunicación que, en su definición editorial y su construcción noticiosa, colaboran con la denuncia de estas formas modernas de sometimiento pero, al mismo tiempo, favorecen desde sus páginas de publicidad la expansión del negocio de la prostitución y la trata de personas publicando avisos clasificados de proxenitismo y explotación sexual o ligados a evidentes fines de reclutar a menores o personas socialmente vulnerables. Un dato adicional es la creciente naturalización de estos avisos entre las ofertas comerciales de automotores, viviendas, electrodomésticos y búsqueda de personal, como si fueran parte de una oferta lícita", expresa parte del comunicado emitido el 5 de julio de 2010.
Fopea, la entidad a la que adhieren un sinúmero de periodistas de todo el país (y varios de Chubut, claro) hizo este llamado hace un año. Sin embargo, numerosos medios hicieron oídos sordos y los menos, como La Mañana de Neuquén, aceptaron el consejo.
Está claro que este no es un paso central para la compleja lucha contra la trata, pero sí pone en su lugar el rol que deben tener los medios: colaborar a desarticular esas redes, informando e investigando al respecto, pero nunca promocionarlo.
Hubiera sido deseable que la decisión de discontinuar la publicación de esos avisos naciera de la propia decisión de los empresarios periodísticos y no por obligación, como ahora ocurrirá a partir de la vigencia del decreto anunciado esta tarde.