Se va un año que fue un verdadero cambalache. Y Cambalache es, por cierto, uno de los más entrañables tangos de Enrique Santos Discépolo. Escrito en 1935 su letra, que tantos conocemos y cantamos de memoria, sigue vigente. ¿Llegará el día que la realidad obligue a cambiarle una estrofa? Ojalá podamos. Tratemos de hacerlo posible. ¡Feliz 2011!
Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor,
ignorante, sabio, chorro,
pretencioso, estafador.
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
Lo mismo un burro
que un gran profesor.
No hay aplazaos ni escalafón,
los inmorales nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro afana en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón.