Pseudo vendedores: ofrecían productos de belleza de forma prepotente
y trataban de mal modo a quienes no aceptaban el pack.
El grueso de los stand fueron ocupados por vendedores que no son de la ciudad;
el Estado estuvo presente a través de varios organismos, como Comercio Exterior.
Vendieron 14.599 entradas y les pareció poco. Pero mal que les pese, con lo que la Expo Trelew ofreció en esta nueva edición a los vecinos de la ciudad, los organizadores deberían sentirse afortunados de que tamaña cantidad de personas haya pagado $ 15 para asistir a una feria en donde los stand de organismos públicos eran mayoría y los de firmas privadas, en un alto porcentaje, además de pocos, eran para el olvido.
La baja calidad de la feria fue el dato sobresaliente. Y la pobreza de los stand, indisimulable.
¿Cuál es el objetivo de la Expo Feria? Si es mostrar el potencial productivo, industrial y de servicios, la ciudad está en knockout técnico: si quienes la habitamos nos dejamos llevar por lo que se exhibió estos últimos 10 días en el club Independiente, podríamos decir que Trelew está en problemas y que continúa sin encontrar su perfil económico.
¿Qué pasó entre la edición del año último y la reciente? ¿Por qué muchas firmas que el año pasado participaron (como casi todas las concesionarias) prefirieron no hacerlo este? ¿Vale la pena persistir con una muestra que no convoca ni al propio sector organizador?
Sin duda, quien más volvió a invertir y colaborar para que la expo no se caiga fue el Estado: la Secretaría de Salud, el Banco del Chubut, Seros y el Ministerio de Turismo y Comercio Exterior, entre otros, dieron el presente.
De las grandes firmas estuvieron Garbarino, con un stand semi vacío y Fiorasi, que expuso un sólo vehículo, de VW. Ninguna empresa del parque industrial, ni del liviano ni del pesado. Después, era una sucesión de espacios ocupados por feriantes que van recorriendo todas las exposiciones del país y que venden camperas de cuero, bolsos, juguetes de dudosa procedencia y calidad y hasta estuvieron ocupando un lugar esos típicos vendedores que en la calle toman por asalto a la gente, regalándoles un pack de shampoo y crema, pero que al final terminan costando unos cuantos pesos.
"Esto no pasaba antes en la Expo Trelew, hay feriantes que son prepotentes e irrespetuosos. Me enchufaron una bolsa con productos a mí, y otra a mi madre, y después de un rato de discutir, para sacármelos de encima, tuve que pagarles $ 50. Una locura, una barbaridad; no sé cómo la Cámara de Comercio permite esto", dijo Evelyn que con su madre y su hijo, fueron de paseo y salieron indignados.
Así las cosas, la Cámara de Comercio e Industria de Trelew debería hacer una profunda autocrítica, analizar por qué no logró el acompañamiento de sus pares y rever la continuidad de la Expo, que en esta oportunidad perdió los puntos que había logrado en las dos últimas ediciones. Siempre es preferible dar un golpe de timón a tiempo, para evitar el impacto. Y este fracaso que fue la exposición, no tendría que ser pasado por alto.