Todo lo que lograron fue gracias al esfuerzo, a la decisión y al empuje. Se arremangaron, y trabajaron. Estaban dándole forma al lugar que iba a ser su casa, su refugio, su vida, y eso era lo único importante.
Tampoco fue un obstáculo la falta de transporte para comercializar la producción: decidieron construir un ferrocarril desde Trelew hasta Madryn para sacar por mar los productos... y lo hicieron. Fueron los colonos galeses los mentores de esta ciudad que tanto queremos y que hoy, mucho tiempo después, por momentos se exhibe sin rumbo, mareada entre baches. Felices 124 años, Trelew.
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