Galeses: un legado que perdura

Como todos los años, en Puerto Madryn, hoy a la tarde se realizó la representación del desembarco galés, para recordar la llegada de los primeros colonos.
Foto: Maxi Jonas

Hoy, 28 de julio, se conmemora en Chubut el arribo a estas pampas de los colonos galeses. Ocurrió en 1865, hace 145 años, cuando a bordo de la goleta Mimosa llegaron a Punta Cuevas, en las costas del golfo Nuevo. El lugar elegido no fue al azar. En 1862, según cuenta el muy interesante libro Rocky Trip, la ruta de los galeses en la Patagonia, de Sergio Sepiurka y Jorge Miglioli, un grupo de nacionalistas galeses había iniciado negociaciones con el gobierno argentino, para que apoyara la idea de un asentamiento galés en algún lugar de la Argentina.
Los galeses perseguían la ilusión de fundar una Nueva Gales, en donde su cultura no estuviera amenazada por la inglesa y pudiera ser preservada, generación tras generación. La Argentina, necesitaba cuidar esta región del sur. Hubo acuerdo y el 25 de mayo de 1865, desde Liverpool, zarparon los primeros colonos.
Punta Cuevas fue el punto de llegada y, desde allí, con tezón, constancia y una altísima cuota de sacrificio, los galeses fueron haciendo suya esta tierra. Su huella, sigue nítida. No sólo en las costumbres que perduran, como el Eisteddfod y el té, en las capillas que hoy son cuidadas como monumentos históricos, en las escuelas que enseñan la lengua galesa o en la zona de chacras, sino también en las familias galesas y sus descendientes que cuidan y permiten que en esta región del valle inferior del río Chubut, el sueño que trajo a aquellos colonos hacia estas tierras siga siendo realidad.

La foto que ilustra este post, pertenece al reportero gráfico Maximiliano Jonas. Sus trabajos pueden verse en su perfil de Facebook.