El uso indiscriminado de bolsas, una constante por parte de la gente en los supermercados. Algunos -los menos- ya entendieron la problemática y optaron por elementos alternativos: las bolsas ecológicas que venden los súper o el tradicional changuito, que está de regreso.
El negativo impacto visual que provocan es enorme. Nos quejamos de la suciedad que se genera con ellas (gracias a la acción del viento que las dispersa sin piedad), pero nada hacemos para dejar de utilizarlas. Las bolsas de nylon afectan nuestro medio ambiente y nadie puede desconocerlo. Así y todo, son pocos, muy pocos los particulares que tomaron conciencia y que utilizan otras alternativas. Basta con mirar en los supermercados a nuestro alrededor.Las bolsas de nylon no son inocuas: según sus micrones, tardan entre 100 y 400 años en degradarse. El daño que provocan a la flora, la fauna, al ambiente físico (obstruyen los pluviales, la filtración natural en la tierra, etc.) y a la imagen de una ciudad, mostrándola descuidada y sucia, puede revertirse de manera fácil: reduciendo al máximo su uso.
En Comodoro Rivadavia, el 1° de julio de 2005 se sancionó una ordenanza para prohibir las bolsas de material no biodegradable en supermercados, almacenes y comercios en general. Su aplicación se dio de manera gradual y hoy la ciudad petrolera, logró controlar el problema.
Ahora, en todo el territorio provincial, a partir de la publicación por parte del Ejecutivo de un decreto reglamentario se buscará la adhesión de las comunas -sería deseable que Trelew lo hiciera- para poner en marcha "un programa de reducción, sustitución y reemplazo de las bolsas de polietileno, polipropileno y otros polímeros no degradables".
El decreto establece plazos para que los comercios adecúen sus bolsas según las características que resuelva la autoridad de aplicación (que es el Ministerio de Ambiente) y establece multas para los infractores. Pero más allá de eso, el cambio puede generarse ya. Basta con que cada uno se comprometa a utilizarlas menos, desenpolvando los changuitos, transportando las cosas en cajas o eligiendo las bolsas verdes que en cada supermercado de la ciudad se ofrecen.
No resulta imposible, sólo es cuestión de comprometernos porque somos nosotros los responsables de los efectos negativos que su uso genera.
4 comentarios:
¿Para cuándo la clasificación hogareña de los residuos y una planta de reciclado?
En mi pueblito de 12.000 habitantes hace añares que lo hacemos. Y desde este mes también es diferenciada la recolección: Dom - Mar y Jue sacamos los orgánicos. Lun - Mie y Vie sacamos los patogénicos y los inorgánicos, por supuesto en bolsas separadas.
Le dejo la idea al municipio. Así en lugar de admirar al primer mundo con la ñata contra el vidrio empezamos a hacer cosas, como para ir arrimando el bochín a una calidad de vida mejor.
Es muy bueno cuando las ideas vienen de arriba, esta nueva medida va a hacer lo suyo, pero creo que es insuficiente. Yo reutilizo las bolsitas del super haciendo de ellas bolsas para la basura, de hecho el balde de la basura que utilizo tiene esa medida. Ahora tendré que comprar bolsas de nylon (por que no existen otras..¿o si? para tirar la basura. Jamás se me ocurre tirar bolsas a la calle porque sí...entonces, si estas nuevas medidas (necesarias para no convertirnos en un gran basural) vienen acompañadas con otras, como el ejemplo que comenta URRA, agrego otros:edudar a los que creamos la basura: NO ARROJAR BASURA A LA VIA PUBLICA, desde chiquitos, desde la escuela, y que sea una constante. Madryn hace cada tanto limpiezas de campos con los niños de la escuela a manera -supongo- educativa, hace publicidad de ello, me parece barbaro...SEAMOS UNA CIUDAD LIMPITA, habla mucho de nosotros. Hablo de una campaña con todas las letras, a las conciencias mismas...digo, antes de que éstas desaparezcan por completo.
Urra, ni por asomo acá en la ciudad hay indicios de que comenzaremos a hacer clasificación de residuos. Hubo una serie de intentos, por parte de ONGs, pero quedaron en intentos y buenas intenciones.
En cuanto a lo que dice Anónimo, el decreto señala que la autoridad de aplicación certificará que, quien confeccione las bolsas, acredite que lo hace con material biodegradable. Igual, coincidimos en que la educación es central. También la toma de conciencia por parte de todos. ¿Quién no ha visto en el súper, la cantidad de bolsas que utiliza una persona? Una para el sachet de leche, otra para el detergente y polvo de lavar, otra para la carne, tres para poner dos botellas y evitar que se rompan... ¡más fácil con una caja o changuito!
Es imposible llevarse los productos de un supermercado sin un envoltorio por lo cual las empresas deberian estar obligadas a otorgar a sus clientes por lo menos bolsas de papel como lo hacen en cualquier otra parte del mundo.
Valentina.
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