¡Feliz día del periodista!

Tarjetas y pergaminos de salutaciones quedan bajo el vidrio de la mesa de trabajo, cada 7 de junio. Algunos, con más valor sentimental que otros, como este dibujo que ilustra el post, hecho bajo la apreciación nada objetiva de un niño de 8 años.

Hoy es un día de saludos masivos. Entre colegas. Entre amigos que compartimos la profesión. De la gente que nos lee o escucha. De la familia. Siempre, cada 7 de junio, han sido lindos días en los que uno cruza mails, llamados y ahora Facebook y Twitter, con colegas que hace tiempo no conversaba.
Hoy, además de saludar a los que están por acá, quiero recordar a esas maravillosas y buenas personas, que además fueron grandes periodistas, que ya no están físicamente pero cuyo recuerdo sigue intacto en el corazón y con los que tuve el placer y el honor de compartir horas en una redacción y que contribuyeron tanto, cada uno, en mi formación profesional.
Mi recuerdo especial para Rafael Saralegui, por muchísimos años secretario de redacción del diario La Nación y quien, a mis 20 años, me abrió las puertas de este maravilloso mundo. A Carlos Martirena, César Ivancovich, Mariano Olivera, Germán Sopeña, Juan Carlos Insiarte, un ¡gracias! sincero. Por sus observaciones, paciencia, respeto, correcciones, reprimendas, consejos, ánimo pero por sobre todo por su don de gente. Y a Osvaldo Müller, que, como jefe de correctores del diario, sus ojos fueron siempre mi red, mi tranquilidad, mi mataburros andante, del que muchísimos colegas aprendimos tanto.
A todos ellos, en ese barrio en el que están y en el que algún día, seguro, volveremos a compartir una redacción: ¡feliz día del periodista!