TRELEW - CHUBUT | PATAGONIA | AÑO DOS

viernes, 2 de abril de 2010

Malvinas


Camiones verde oliva atiborrados de jovencitos vistiendo trajes y cascos del mismo color, estacionados frente a donde funcionaba el Distrito Militar (hoy, el Museo de Artes Visuales y la Dirección de Turismo municipal). Nosotros, con 10 años, acercándonos a darles chocolates y a desearles suerte, sin entender muy bien hacia dónde iban, camino al sur. Simulacros de bombardeos en la escuela y en la ciudad entera. Una sirena que empezó a sonar de imprevisto, una noche, y las luces que se apagaron de inmediato en todas las casas. Nuestra corrida veloz a escondernos en un sótano. Aviones militares volando sobre el cielo de Trelew, día tras día. Papá, siempre en el hospital.

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Los diarios locales informaron anteayer que se realizó en el Hospital Zonal un homenaje a los médicos de la guerra. Estuvieron presentes unas pocas personas que en aquél entonces trabajaban en el nosocomio y muchos otros, que atendieron y recibieron a los heridos que empezaron a llegar desde Malvinas, ausentes.
Rubén Ponce, en aquellos años era el director del hospital. El sí estuvo en el homenaje que propiciaron los ex combatientes y destacó la función del doctor Castro, "quien organizaba la movilización para brindar el mejor servicio a los soldados".
Ponce se refirió a él como Roberto Castro. En realidad, se llama Guillermo. Es mi padre, y quien me llevó de su mano a visitar una tarde de invierno a los heridos, ofrecerles bizcochuelo de chocolate y dejarles muchas revistas Gente que pedían con ansiedad para saber qué se decía sobre Malvinas. No recuerdo mucho más de aquél año, por eso invité a mi padre a que cuente en Llegaron cómo se vivió en el Hospital Zonal la llegada de los heridos de esa guerra, una herida que no logra cicatrizar.

3 comentarios:

Mimu dijo...

Ayer "con ojos de niño".Hoy la mirada adulta te permite esta emotiva evocación.

Cristina dijo...

Como vemos , no es cuestion de equipamiento ni de tecnologìa, ni siquiera de recursos humanos "estar preparados" en el hospital. Lamentablemente hace menos de un mes tuve que pasar por la guardia, no podria decir que en esa ocasión estaban preparados para recibirme, y eso que no era un accidente, ni venía de la guerra.
Esta nota nos permite conocer cómo se puede pensar , programar, diseñar estrategias para brindar atención primaria con algo que los argentinos estamos perdiendo... la vocacion de servicio.

Mónica Ieracitano dijo...

Giselle: Pudiste fusionar la historia del país con tus recuerdos y testimonios. Pensar que todo está muy fresco... Un saludo, Mónica.

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