La desidia y desaprensión de algunos no deben provocar que el Estado baje los brazos. El Ejecutivo comunal tiene la obligación de preservar los edificios históricos y espacios públicos. Fotos: Llegaron los Indios
Pocos años atrás, durante la gestión del actual intendente, y a propósito del aniversario de la ciudad, el lugar fue embellecido y dejado a nuevo. Duró limpio lo que un suspiro. Sin protección, continuó como el pizarrón elegido para estampar mensajes de cualquier tenor: desde confesiones de amor eterno hasta odios desenfrenados y retos a duelo, amén de malas palabras entre otros hallazgos.
Es de esperar que la gestión de Gustavo Mac Karthy vuelva a la carga y restaure ese ícono de la ciudad aunque esta vez, para prevenir que la glorieta sea de nuevo víctima de los graffiti, el municipio deberá pensar alguna medida de control como, por ejemplo, instrumentar la figura del cuidador de plazas.
Para preservar nuestra historia, transmitirla de generación en generación es imperioso darle en hechos concretos, a nuestros edificios históricos, el valor que tienen.
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2 comentarios:
Es notable como esta nota se vincula con la anterior, donde hablás del quiebre en la relación familia-escuela. Como si la otra nota fuera la fábula y esta, unas de las tantas posibles moralejas.
Impecable tu trabajo.
La manifestación más clara sobre eso de que vos, en tu blog, tanto hablás: la falta de conciencia ciudadana. Ese lugar lamentablemente tiene un aspecto inmundo con lo lindo que es caminar esa plaza por dentro.
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