Basura en las playas

Pañales sucios, bolsas con yerba, botellas de plástico, miles de vidrios rotos, bolsas de nylon. De todo, y por todos lados, se encuentra a simple vista en las playas de nuestra región, aquellas alejadas del circuito turístico y más que nada visitadas por los amantes de la pesca como Bajo de los Huesos, Bahía Cracker o Isla Escondida, entre otras tantas.
Si bien en algunas existen tambores que ofician de contenedores, la recolección de los residuos, que está en manos de integrantes de los clubes de pesca (por propia voluntad) no se hace a diario porque las distancias lo impiden. Así, los desperdicios se amontonan y el viento desparrama papeles y bolsas por doquier.
Revertir la situación no es complicado. Depende de nosotros. Basta con que cada uno, al irse, se lleve la bolsa con los residuos que generó y la deposite en la puerta de su casa para que llegue a destino final: el basurero municipal. Así, no sólo cuidamos el medio ambiente, protegemos también esos paraísos naturales que nuestra tierra nos regala y que aprendemos a valorar tarde, cuando la contaminación ya arrasó.