El 29 de noviembre los uruguayos irán a las urnas para votar en segunda vuelta
y resolver si será Pepe Mujica (Frente Amplio) o Luis Lacalle (Partido Nacional)
y resolver si será Pepe Mujica (Frente Amplio) o Luis Lacalle (Partido Nacional)
el que se colocará la banda presidencial.
Pese a estar en plena campaña, la propaganda política respeta las normas
que prohíben la pegatina en paredes y en árboles.
Pese a estar en plena campaña, la propaganda política respeta las normas
que prohíben la pegatina en paredes y en árboles.
Zambullida en un proceso electoral que concluirá el 29 de noviembre cuando se realice la segunda vuelta de los comicios presidenciales para conocer quién conducirá los destinos de Uruguay, las calles de Colonia regalan un paisaje que no nos es usual.
Las paredes de esta ciudad de 25.000 habitantes, que no necesita semáforos para ordenar su tránsito vehicular, brindan imágenes inéditas si uno irremediablemente compara con lo que ocurre en Trelew cada vez que una contienda electoral aparece sobre el escenario. No hay paredes pintadas, ni afiches con engrudo enchastrando a diestra y siniestra; no hay ejércitos armados con brochas gordas y nada del mobiliario urbano es ensuciado.
Una ordenanza municipal prohibe la pegatina de carteles en los árboles, y menos aún que sean clavados. Los carteles pueden ubicarse en árboles pero sólo con cinta de enmascarar o atados con hilo, en tanto que los pasacalles y pancartas colgantes son bienvenidos colocadas siempre en la parte alta de los árboles.
Hay normas establecidas y onerosas multas para quienes incumplan la letra de las ordenanzas. A simple vista uno tiene la extraordinaria sensación de que aquí, en Colonia, el civismo manda. A no entusiasmarse, no hay pociones mágicas de posible traslado a la Argentina. Sólo queda la esperanza de que los políticos aleccionen a su gente y les aconsejen huir del todo vale que reina a la hora de encarar una campaña de propaganda política. Las paredes, bancos, postes de alumbrado, cestos de basura y otros tantos elementos del mobiliario público de Trelew todavía esperan que quienes sin ningún reparo las escribieron o pegotearon con afiches políticos por las elecciones de octubre pasado, salgan munidos de elementos a reparar lo que hicieron.
Las paredes de esta ciudad de 25.000 habitantes, que no necesita semáforos para ordenar su tránsito vehicular, brindan imágenes inéditas si uno irremediablemente compara con lo que ocurre en Trelew cada vez que una contienda electoral aparece sobre el escenario. No hay paredes pintadas, ni afiches con engrudo enchastrando a diestra y siniestra; no hay ejércitos armados con brochas gordas y nada del mobiliario urbano es ensuciado.
Una ordenanza municipal prohibe la pegatina de carteles en los árboles, y menos aún que sean clavados. Los carteles pueden ubicarse en árboles pero sólo con cinta de enmascarar o atados con hilo, en tanto que los pasacalles y pancartas colgantes son bienvenidos colocadas siempre en la parte alta de los árboles.
Hay normas establecidas y onerosas multas para quienes incumplan la letra de las ordenanzas. A simple vista uno tiene la extraordinaria sensación de que aquí, en Colonia, el civismo manda. A no entusiasmarse, no hay pociones mágicas de posible traslado a la Argentina. Sólo queda la esperanza de que los políticos aleccionen a su gente y les aconsejen huir del todo vale que reina a la hora de encarar una campaña de propaganda política. Las paredes, bancos, postes de alumbrado, cestos de basura y otros tantos elementos del mobiliario público de Trelew todavía esperan que quienes sin ningún reparo las escribieron o pegotearon con afiches políticos por las elecciones de octubre pasado, salgan munidos de elementos a reparar lo que hicieron.
4 comentarios:
¡Me voy a vivir a Colonia!!
Recuerdo mi visita a Colonia hace más de 10 años. Efectivamente no había semáforos y en mi paseo a pie por la ciudad, al llegar a cada esquina al momento de cruzar, los autos detenían su marcha para darnos paso a los peatones. ¿Realismo mágico? No, respeto, civilidad y muchos etcéteras más.
Qué lástima que no sea contagioso para este lado del charco.
Estamos tan cerca.., y ni aún así se puede copiar lo bueno que otros hacen ¿?
No pierdo la esperanza de que un asiduo lector de este Blog, intente al menos presentar alguna ordenanza que emule a la de nuestros hermanos uruguayos para poder aplicar aquí.
Pediré mucho ¿?
El tema de los semáforos y la prioridad siempre del peatón, pasa en muchos países de latinoamerica, obviamente en los más atrasados, los que nos envidian porque somos superiores, los europeos de latinoamerica... la gran diferencia entre ellos y nosotros y que nos va a impedir eternamente obrar como debe ser, es que aquí... esta plagado de argentinos!!!
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