La aberrante noticia que supimos ayer y que hoy publican algunos diarios vuelve a demostrar lo indispensable que es que los padres supervisemos bien de cerca lo que hacen nuestros hijos sin que ello implique ahogarlos, como muchos creen.
A través del chat, una niña de 12 años conoció a un chico supuestamente de su edad. Comenzaron a intercambiar mensajes de manera frecuente hasta que un día él le propuso encontrarse en una plaza del barrio porteño de Mataderos, para conocerse en forma personal. La niña accedió. Fue a la plaza. Y terminó siendo violada por su supuesto "amigo": no tenía 12 sino 23 y desde un principio la engañó para cometer su repugnante objetivo.
Por eso hay preguntas que como padres debemos hacernos. ¿Estamos seguros con quiénes chatean? ¿Sabemos que no autorizan a ingresar a su red a chicos que efectivamente no conocen? ¿Dejamos que se conecten a la red, estando solos en su habitación? ¿O nos ocupamos de que la computadora esté en un lugar bien visible de la casa, con alto tránsito, donde todos los que pasan pueden ver qué hay en la pantalla? ¿Nos tomamos un rato, tranquilos, para hablar y explicarles cuáles son los riesgos que existen si no toman recaudos? Las respuestas que demos, nos ayudarán a ver nuestro grado de responsabilidad con este sensible tema.
Es que pese a que tanto se habla sobre los cuidados que se deben tener al dejar a los niños frente a la pantalla de una computadora conectada a Internet, sigue habiendo padres que minimizan los peligros que acechan y que no supervisan los contenidos a los que están teniendo acceso sus hijos. Creen que porque están en casa frente a la computadora, están protegidos. Y no es así.
Muchos chicos -hasta fomentados por los mismos mayores- se abren cuentas en el Messenger para chatear, se incorporan al Facebook e inundan la red con sus fotoblog para dejar en imágenes, minuto a minuto, el rumbo de su vida.
Como usuaria de Facebook, por ejemplo, me enteré hace pocos días que una familia de mi ciudad, que apenas conozco, acaba de comprarse un departamento en Buenos Aires y que, por eso, los niños quedaron solos en la casa con una niñera.
¿Cómo lo supe? Porque uno de los hijos del matrimonio lo puso como leyenda en Facebook y, como nadie le ha explicado las normas mínimas de seguridad que debe tomar para proteger su intimidad, cualquiera de los 250 millones de usuarios que tiene la red social en todo el planeta pueden entrar en su perfil, mirar sus fotos, saber de su vida y más. Y utilizar esa información a su antojo.
Hablar con los chicos y enseñarles qué cuidados deben tener con una herramienta tan potente como Internet es esencial. Detrás de la pantalla puede estar desde un niño o niña como ellos que con sana verdad quiere hacer amigos o un degenerado que le puede arruinar la vida a toda una familia.
En la comunidad virtual también hay cuidados que se deben tomar. No te olvides.
viernes, 31 de julio de 2009
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2 comentarios:
Cuidados que se toman en mi casa, con niños de 9 y 7 años.
No se pueden agregar amigos sin que se sepa quiénes son. Me preguntan a mí primero. Por ahora resulta, la pregunta es hasta cuándo me harán caso?
El segundo cuidado es que no se usa ni el micrófono ni la camarita en mi ausencia. Esto funcionó bien en algún momento, pero un día, hija de 9 le quiso mostrar el gato a su compañerito de escuela y la prendió. Como penitencia le tocó una semana sin camarita ni micrófono (excepto para comunicarse con los abuelos que están a más o menos unos 3 mil km!)
Es un tema para preocuparse y ocuparse.
Para comunicarse con la familia y amigos o por motivos laborales, es una herramienta fantástica. Todo lo demás (fotolog, Facebook, etc, etc) lo considero una especie de exhibicionismo digital.
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