Fumigan las escuelas porteñas antes que los niños regresen a las aulas, el 3 de agosto. Foto: LN
Flota en el aire la sensación de que las precauciones para no contraer la gripe A H1N1(conocida como porcina) se relajaron porque las autoridades -nacionales y provinciales- vitorean que las consultas y las personas internadas disminuyeron a la mitad. Sin embargo, y pese a admitir que desconocen si habrá una segunda ola de infectados, los epidemiólogos más reconocidos del país pidieron a la sociedad que no baje la guardia en las medidas de prevención. Según se lee hoy en el diario La Nación, la directora general de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Mirta Roses, monitorea de cerca la pandemia ya no tanto desde el punto de vista de la contabilidad de los casos sino más que nada su dispersión geográfica y su impacto en los servicios de salud.
La OPS, que depende de la Organización Mundial de la Salud (OMS), admitió cierta desorientación en cuanto a determinados aspectos del virus H1N1. "Por razones que aún no entendemos, algunos pacientes experimentan un deterioro clínico rápido, con neumonía viral grave que requiere ventilación mecánica, recargando los sistemas asistenciales", expresó Roses.
Aunque la OPS volvió a desaconsejar el cierre de escuelas y de lugares de concurrencia masiva, reconoció que la enfermedad "ha afectado preponderantemente a jóvenes, con altas tasas de ataque en la población escolar, y ha habido una mayor proporción de hospitalizados en adultos jóvenes y de fallecidos adultos".
jueves, 16 de julio de 2009
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